¿Qué es la luz ultravioleta?
La luz ultravioleta (UV) es una forma de radiación electromagnética que se ubica entre los rayos X y la luz visible, con longitudes de onda que van de 100 a 400 nanómetros (nm). Cuanto más corta es la longitud de onda, mayor es la energía de la radiación. Las lámparas más utilizadas para desinfección, basadas en vapor de mercurio de baja presión, emiten luz con una longitud de onda de 253.7 nm, lo cual las hace ideales para eliminar microbios.
Este tipo de radiación, conocida como UV-C, es altamente eficaz para inactivar microorganismos, ya que su longitud de onda es muy cercana al pico de absorción del ADN microbiano (260–265 nm).
¿Cómo se produce la luz ultravioleta?
La luz UV-C se genera cuando una corriente eléctrica pasa a través de vapor de mercurio entre los electrodos de una lámpara. Para una emisión eficiente de radiación ultravioleta, el material de la lámpara debe ser cuarzo de alta pureza, que permite transmitir hasta un 93% de los rayos UV. En cambio, el vidrio común bloquea gran parte de esta radiación.
¿Cómo funciona la luz ultravioleta para eliminar microbios?
La luz ultravioleta actúa como un agente germicida al dañar el material genético de los microorganismos. Cuando la radiación penetra en una célula microbiana, es absorbida por el ácido nucleico (ADN o ARN), causando una reorganización fotoquímica de su estructura que impide su reproducción.
El efecto germicida se debe a la formación de dímeros de timina en el ADN, que interrumpen el proceso de replicación celular. Como resultado, los microorganismos quedan inactivos y no pueden multiplicarse.
Tipos de microorganismos afectados
La luz ultravioleta UV-C puede eliminar una amplia variedad de microorganismos, incluyendo:
- Virus
- Bacterias
- Hongos
- Algas
- Protozoarios
¿Por qué es tan efectiva la luz UV-C?
La máxima absorción de UV por el ADN se da alrededor de los 260 nm, coincidiendo con la longitud de onda emitida por las lámparas germicidas. Esta coincidencia explica por qué la luz UV-C es tan efectiva para eliminar organismos como E. coli, al afectar directamente su capacidad de reproducción.
Comprender cómo funciona la luz ultravioleta UV-C permite aprovecharla como una herramienta poderosa para la desinfección en sectores como la salud, la industria alimentaria, la purificación de aire y agua, entre otros. Su acción directa sobre el ADN microbiano la convierte en una alternativa efectiva, rápida y sin residuos químicos.